lunes, 27 de febrero de 2012

Yo te bajo la luna si tú te quedas a soñar conmigo



Me da igual, yo lo que quiero es que te quedes a soñar conmigo. Que no me importa a quién quieres querer ni cómo lo quieras hacer, que no me importa a cuántos has querido y con cuántos has soñado, que no me importa los besos que te han dado, ni tampoco los que te han robado, que yo sólo quiero que te quedes a soñar conmigo, y mirarte hasta que te duermas y dormirme porque no me miras , y soñar los dos muy despacito, y decirte mientras duermes que no quiero despertarme ni aunque tú estés conmigo.
Me da igual si mañana tienes que huir como una cenicienta antes de que amanezca para prepararle el desayuno a tu madrastra, o si tienes que ir al bosque con los enanitos  a cortar leña para que estén calentitos.
A mi lo que me importa es que te quedes a soñar conmigo....¿Y sabes por qué?  He atado con una cuerda la luna, por si trato de convencerte, si tú quieres yo te la bajo y cuándo esté iluminándonos será todo tan bonito que no vas a querer que la suba nunca más, y ésta será la única manera de que sueñes siempre conmigo, y así seremos felices,  porque tú tendrás a tu luna y yo tendré lo que siempre he querido.  pepitagrilla ®

jueves, 23 de febrero de 2012

Me falta vida para olvidarte





No es que me asuste el estar sin ti, o tal vez sí,  quizá solamente sea el pensar que ya nunca voy a  colarme  en tu habitación tropezando torpemente con aquella vieja mecedora que tanto me gustaba. No es que me muera por darte un abrazo, que lo reconozco, me muero, pero un abrazo de esos que hacen hasta daño y de esos que hasta sientes el  pum púm del otro corazón. Recuerdo cuando me decías que te gustaría hacer un nido conmigo, y yo te decía que sí, pero sólo con la condición de que fuera un nido de unos agapornis bonitos de colores, porque nunca se separan y porque son los pájaros del amor, que si no, no valía. Recuerdo cuando te  decía que tenía cada una de tus sonrisas guardadas en el cajón de las cosas importantes, y que si algún día dejabas de sonreír  tiraría el cajón al fondo del mar, para que así los peces, los seres vivos más inexpresivos, pudieran iluminar con tus sonrisas todo el océano, y por lo menos tener un final feliz.
Ya sé que al final, ni hemos sido los pájaros del amor, ni mi cajón ha iluminado ningún océano con tus sonrisas, y tal vez esté cometiendo el mayor error de mi vida al pensar que te tengo más cerca cuando duermo cada noche con una de ellas,  sin saber que realmente lo que me falta es valor para regalárselas a los peces, y aún así, capaz sería yo de ir cada noche a pescarlas en mi barquito de papel.
Me falta vida para olvidarte, y deberían haber escuelas donde enseñaran a olvidar, y también donde enseñaran a querer, porque ni se puede querer tanto como nosotros lo hicimos, ni se puede olvidar tan poco como yo lo hago.  pepitagrilla ®